Nace el Círculo Drucker, un espacio para el liderazgo joven
En su apuesta por los nuevos modelos de liderazgo y el impulso del talento joven, AED pone en marcha el Círculo Drucker, un nuevo espacio destinado a la preparación de futuros directivos. Persigue además el objetivo de ser un hub de influencia transversal de jóvenes líderes sobre temas y dilemas que plantea la sociedad en la que vivimos.
¿Por qué Drucker? En 1909 nació en Austria Peter F. Drucker, considerado el ‘padre’ del management. A lo largo de su trayectoria, Drucker teorizó acerca del concepto de líder e introdujo términos que hoy en día están globalmente aceptados. Él definió que «un líder es aquel al que los demás le siguen, más allá de la naturaleza de las tareas que tengan que realizar, al que los demás respetan independientemente de que no estén siempre de acuerdo con sus decisiones, que consigue hacer mejores a los que dependen de él y que crea nuevos líderes».
Transición de mánager a directivo
La transición de manager a directivo representa uno de los cambios más significativos y desafiantes en la carrera profesional de cualquier líder. Este paso no sólo implica un cambio en las responsabilidades y en el alcance del trabajo, sino también un profundo cambio de mentalidad. Para navegar exitosamente esta transición, es crucial entender las diferencias fundamentales entre ambos roles, enfrentar los desafíos que esto conlleva, adaptarse adecuadamente, buscar apoyo y desarrollo, y cultivar una cultura organizacional y liderazgo efectivos.
En nuestra sesión reciente de Círculo Drucker, titulada “Transición de Manager a Directivo”, hemos contado con Clotilde Teson, Europe and Asia Director HR & Culture en DRAXTON, Marta Padrós, HR development Director en Caixabank, Jan vidal, Co-Founder & Business Developer en Atmósfera Zero, y Queralt Grané, Directora en BIP Spain, quienes compartieron sus experiencias y conocimientos en el ámbito de la gestión del cambio, desarrollo de liderazgo y cultura organizacional.
Claves para la Transición Exitosa de Manager a Directivo: Estrategias y Herramientas para el Liderazgo del Futuro
Para los managers que quieran dar el paso a directivo o estén a punto de hacerlo, en la sesión se aportaron las siguientes recomendaciones:
Entender las diferencias entre manager y directivo
La principal diferencia radica en el enfoque y la perspectiva. Mientras que el manager se centra en la gestión eficiente de los recursos disponibles para alcanzar los objetivos a corto plazo, el directivo inspira y guía a su equipo hacia una visión a largo plazo, marcando el rumbo de la organización. Esto requiere de un líder que no solo administre, sino que también anticipe los desafíos futuros y motive a su equipo a superarlos.
Salir de la zona de confort, autoconocimiento y adaptación
La transición de manager a directivo implica salir de la zona de confort, enfrentándose a un entorno desconocido donde las viejas fórmulas ya no aplican. La adaptación a este nuevo rol implica un profundo autoconocimiento, pues entender nuestras propias capacidades y limitaciones es el primer paso para liderar efectivamente a otros. Además, adaptarse a las nuevas responsabilidades estratégicas y al equipo es crucial para el éxito en este nivel.
La relevancia del apoyo en el proceso
El camino hacia el liderazgo efectivo como directivo no se recorre solo. Es fundamental contar con el apoyo a través de la formación continua, el coaching, el mentoring y el feedback constante. Estas herramientas son esenciales para el desarrollo de habilidades de liderazgo, gestión del cambio y reconocimiento del talento diverso dentro de la organización.
Cultura organizacional y liderazgo, piedras angulares
La cultura organizacional y el liderazgo inclusivo son piedras angulares en la construcción de equipos de alto rendimiento. Un directivo debe fomentar una cultura que valore la gestión del error y la humildad como elementos esenciales para el aprendizaje y el crecimiento profesional. La promoción de una cultura de apertura, respeto y empoderamiento conduce a un entorno donde todos se sienten valorados y parte de la visión de la empresa.
En conclusión, la transición de manager a directivo es un viaje de transformación personal y profesional que requiere de:
La cultura organizacional y el liderazgo inclusivo son piedras angulares en la construcción de equipos de alto rendimiento. Un directivo debe fomentar una cultura que valore la gestión del error y la humildad como elementos esenciales para el aprendizaje y el crecimiento profesional. La promoción de una cultura de apertura, respeto y empoderamiento conduce a un entorno donde todos se sienten valorados y parte de la visión de la empresa.
En conclusión, la transición de manager a directivo es un viaje de transformación personal y profesional que requiere de:
- Valentía para enfrentar lo desconocido
- Capacitación para inspirar y liderar a otros
- Propósito para guiar las acciones hacia una visión a largo plazo
- Autoconocimiento para entender y mejorar continuamente
- Cuidar de la cultura organizacional
Liderazgo joven: el liderazgo del futuro
La renuncia laboral está a la orden del día. Sin embargo, existe un sector de la población que se encuentra en las antípodas de este hecho: el talento joven. Así lo explica Marc Serra, director de servicios de recintos e infraestructura de la Fira de Barcelona y coordinador del Círculo Drucker de AED en su intervención en el espacio Foro Directivos, de Radio Intereconomía, donde ha señalado que ‘‘el talento joven quiere retos nuevos y nuevas motivaciones, y frente a esto, la función empresarial tiene que hacer que los directivos jóvenes puedan cumplir estas expectativas.’’ Durante la entrevista, el directivo ha reflexionado sobre las ambiciones de las nuevas generaciones, el talento joven, y el papel de los nuevos líderes en las empresas.
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- La conciencia de los jóvenes directivos: En un contexto incierto, aspectos como las nuevas modalidades empresariales, la innovación, la sostenibilidad, la función directiva ética y el desarrollo de la carrera profesional han pasado a formar parte de las principales preocupaciones de los jóvenes directivos. De hecho, la exigencia por parte de este sector de la población hacia ciertos comportamientos empresariales está cobrando un gran protagonismo. Según Serra, “las nuevas generaciones empujan desde dentro a no aceptar ciertas conductas o maneras de ejecutar los negocios, buscando siempre la autenticidad. Los jóvenes se han convertido en el paradigma de la transformación’’.
- Retener el talento joven: Las generaciones jóvenes vienen cargadas de expectativas, retos y motivaciones, un hecho frente al que “las empresas tenemos que responder con sincronización, marcando un camino de crecimiento que este asociado a sus valores y que se desarrolle a lo largo de los años, para que el talento se cultive mas allá del día a día de la empresa”, asegura el coordinador del Círculo Drucker de AED.
- La radiografía del líder del futuro: “El directivo del futuro será un directivo con métodos nuevos, pero con una base y unos valores más clásicos que nunca”, asegura Serra, que destaca la implementación de los valores éticos, la autenticidad y la búsqueda de impacto y transformación positivos en la sociedad, como las principales aspiraciones que definen a estos jóvenes directivos. Serra se muestra optimista frente al aumento de los líderes jóvenes y concluye que “la capacidad de los jóvenes directivos va a contribuir a construir, en el futuro, una sociedad mejor”.
Hacer crecer a la empresa con ambición, pero con humildad, el reto de los directivos en la era post-pandemia
En un contexto acelerado y lleno de dudas como el que ha dejado la pandemia, no son pocos los retos a los que las empresas deben enfrentarse. Los líderes se han visto obligados a adoptar cambios, como los derivados del auge de las nuevas tecnologías, y superar miedos, muchas veces relacionados con la toma de decisiones, a velocidades impensables años atrás. En este contexto, el futuro empresarial no deja de ser un escenario de incertidumbre, en el que la figura del directivo cobra un papel esencial.
Pero ¿se han convertido realmente los líderes en personas deshumanizadas?, ¿cuál es la mejor forma de hacer crecer a la empresa en este contexto?, ¿qué caracteriza a una empresa consistente? ¿es el auge de las nuevas tecnologías una amenaza real para las compañías y sus directivos? Xavier Marcet, fundador y presidente de la Barcelona Drucker Society, nos ofrece su visión experta acerca de estas cuestiones.
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«Crecer haciendo crecer»
Este es, además del título de su último libro, el lema que Marcet defiende cuando se le pregunta qué es lo que define a las empresas y a los líderes consistentes. Se trata de dar ejemplo, haciendo crecer a la empresa a la vez que a los clientes, los accionistas, la comunidad profesional y la sociedad. “Una empresa es una comunidad de gente alrededor de un propósito, por eso las empresas deben crear valor corporativo y valor social a la vez”, señala.
Humanista y humilde, la definición del líder consistente
Para el experto, que defiende el liderazgo humanista, el buen líder debe poner el foco siempre en las personas. “Liderar es pensar que toda la gente que hay en tu organización no trabaja para ti, sino que tú trabajas para ellos. El trabajo del líder se basa en crear una dinámica de confianza que permita dar resultados, explorar el futuro, innovar y aprender juntos”, explica. Además, Marcet hace hincapié en la importancia de huir de la mediocridad y de la falta de autenticidad, destacando que un buen líder, además de ser el faro contra la arrogancia y la autocomplacencia, es “la suma de ambición y humildad, gente que apunta alto pero que no tiene mal de altura”.
Una oportunidad para sumar inteligencias
A día de hoy, se hace difícil imaginar el funcionamiento de las empresas sin tecnología. Sin embargo, imaginarlo sin la inteligencia y otras capacidades humanas, es imposible. Como señala el experto, “no tiene sentido la tecnología sin humanismo, ni el humanismo sin tecnología”. Por eso, “lo único que tiene sentido es intentar equilibrar la relación personas máquinas, a favor de las personas, porque todo lo demás, se nos volverá en contra”, concluye, destacando la apuesta por la suma de inteligencias (artificial y humana), como la clave para el correcto desarrollo empresarial.
