La Asociación Española de Directivos organizó el 7 de abril un diálogo entorno a la situación del directivo del sector público, a raíz de los cambios introducidos en la legislación. El encuentro llevó por título:
Participaron en este debate diversos expertos en la materia: Ignacio García-Perrote, Catedrático de Derecho del Trabajo y Director del Departamento de Derecho Laboral de Uría Menéndez, Joan Mauri, profesor de Derecho Administrativo de la Universidad de Barcelona, y Alicia Valle, consejera delegada de las empresas municipales de Viladecans y abogada especialista en derecho urbanístico. La presentación corrió a cargo de Ramon Torra, presidente del Club de Directivos del Sector Público de la AED.
En el encuentro se perfiló un objetivo común, y es que el directivo del sector público sea considerado tan profesional como el privado y que sea reconocido del mismo modo que ocurre en otros países, como en el modelo norteamericano, para fomentar el intercambio de sectores (de público a privado). En definitiva, se expresó la necesidad de dignificar la figura del directivo público. Este objetivo debe pasar por mejorar la regulación existente, ya que algunos regímenes autonómicos devalúan la figura del directivo. Y en un ámbito más general, el peligro de confundir que puede haber entre trabajo en el sector público con el trabajo de los asesores políticos, cuando los primeros son directivos profesionales altamente cualificados.
En este sentido, los expertos de la mesa estuvieron de acuerdo en afirmar que es importante construir un sector público que tenga base profesional y que permanezca.
Analizando diversos estilos y modelos de países cercanos se hizo una comparación con el modelo italiano. En el país vecino, el directivo dirige bajo el principio de imparcialidad administrativa (aprueban políticas públicas, presupuestos… pero no gestionan), de modo similar al modelo francés. En España el directivo dirige bajo el principio de la eficacia, similar al modelo anglosajón. Tal vez sería necesario, por lo expresado en la reunión, un tercer modelo más basado en la visión de la Administración como gobernanza, atendiendo a aspectos participativos y socializadores.
Entre las novedades de la nueva regulación, el Estatuto del Empleado del Sector Público recoge que todos los directivos públicos que tengan contrato laboral están vinculados con la alta dirección, aunque no cumplan los requisitos de la alta dirección. Los requisitos de la Alta dirección son: depender sólo y directamente del Consejo de Administración y ejercer funciones relacionadas con los objetivos generales de la empresa.
Las principales conclusiones que se extrajeron del encuentro pasan por la necesidad de que la figura del directivo público tenga:
– conocimiento de un aparato jurídico (contabilidad, régimen jurídico del empleado público…).
– conocimiento institucional y del uso de los medios de comunicación.
– vocación de reforzar la vertiente democrática:ética pública.
Más información: Club de Directivos del Sector Público de la AED