El economista, empresario y exministro Josep Piqué participó en una nueva sesión del Foro Nueva economía, Nueva empresa. Bajo el título de “La globalización y el impacto geopolítico tras la pandemia», el encuentro digital también contó con la presencia de la directora general de la Cámara de Comercio de España, Inmaculada Riera, en calidad de presentadora y moderadora.
A lo largo de la jornada, el exministro compartió reflexiones sobre los efectos de la pandemia en el contexto geopolítico y los cambios e impacto que ha provocado. Para ello, se centró en abordar aspectos a nivel macroeconómico y analizó la situación del comercio mundial, además de una profunda síntesis sobre Europa y España.
En cuanto a macroeconomía, Piqué destacó que “las macrotendencias de fondo siguen siendo las mismas”, en referencia a las dos grandes potencias de este siglo: Estados Unidos y China. Según el economista, el primer país “está en un momento de repliegue”, focalizando su interés estratégico en el Índico-Pacífico a la vez que “está recomponiendo los vínculos con los europeos” tras la época Trump, y estrechando lazos con aquellos estados más directamente afectados por la expansión china. Por su parte, el país asiático “ha emergido muy rápida y espectacularmente”, lo que se ha convertido en un “desafío de enorme magnitud”, subrayó. China está centrando esfuerzos para ampliar su área de influencia en África y América Latina, especialmente en el ámbito militar y tecnológico.
Sin embargo, recordó que existen otros actores de relevancia como Rusia, Turquía, Irán e India, a los que se debe tener en cuenta. En cuanto a España, “si queremos jugar algún papel relevante, o profundizamos nuestra integración política o estamos condenados a la irrelevancia”, declaró.
El debate sobre el comercio mundial giró alrededor de las medidas proteccionistas llevadas a cabo por algunos estados. “Es un fenómeno que deriva de cambios políticos como resultado de la crisis financiera de 2008, sobre todo de la crisis del euro y de la deuda de 2011 en Europa”, defendió. Y añadió que “la globalización ha dado resultados enormemente positivos, por lo que hay que seguir defendiéndola. Europa es un claro ejemplo de globalización, de multilateralismo”.
Preguntado por Riera sobre los aliados del viejo continente, Piqué manifestó que “Estados Unidos es el aliado básico”, además de países como Japón, Corea del Sur, Indonesia, Australia, Nueva Zelanda o la isla de Taiwán. Sin embargo, mostró su preocupación por África y América Latina: “Tenemos que conseguir que América Latina se siga considerando parte de Occidente y que África se incorpore a este movimiento”.
Para ello, el exministro insistió en la idea de que “Europa debe ser percibida desde fuera como un sujeto político activo” y “lo que hace falta son acuerdos de contenido estratégico, que contemplen la inversión, la dotación de infraestructuras y procesos de institucionalización democrática”.
Por último, sobre el creciente debate en algunos estados de abandonar la Unión Europa, Piqué se mostró tajante: “La pertenencia a Europa nos abre una oportunidad. La apuesta europea de España es una apuesta de sí o sí. ¿Qué pasaría si nuestro país no contara con el respaldo del Banco Central Europeo el apoyo de las instituciones europeo teniendo en cuenta el crecimiento del gasto y del déficit y, en consecuencia, de la deuda? Pues que probablemente no nos podríamos financiar”, concluyó el economista.