El presidente de AED, Juan Antonio Alcaraz, ha sido entrevistado recientemente en las páginas del diario ABC con motivo de la presentación de la Asociación en Sevilla, donde ha llegado tras culminar un proceso de integración de la Asociación de Directivos de Andalucía, Ceuta y Melilla (ADACEM), entidad con 20 años de presencia en el territorio andaluz.
Alcaraz ha destacado que, ante la situación de enfriamiento que está experimentando la economía, hay que «dar mensajes en clave positiva y optimista. Lo que se está produciendo es un proceso de desaceleración consecuencia de que las economías son globales y lo que ocurre en otros lugares del mundo tiene impacto en todas partes. En el caso español se está produciendo una desaceleración del PIB, pero todavía con crecimientos en muchos casos por encima de la media de nuestro entorno».
Según Alcaraz, «la obligación del directivo es tomar medidas para adaptar el modelo de negocio al nuevo entorno económico en el que hay dos incertidumbres fundamentales: los efectos de las guerras comerciales entre EE.UU., China y Europa, en las que claramente Europa es la gran damnificada; y si habrá o no Brexit, o si será duro o con acuerdo».
El directivo de la empresa familiar, sin complejos
Sobre la profesionalidad de la gestión en las empresas familiares, Alcaraz considera que es necesario «eliminar ese complejo de que porque una empresa sea familiar el directivo no es igual de profesional que cuando se trata de una cotizada o una compañía privada de otras características. El directivo de la empresa familiar es exactamente igual de capaz, de válido y tiene que actuar de la misma manera. Y que el directivo sea de la propia familia no tiene por qué interferir en la gestión». Y sobre este tema recuerda que «la gran mayoría de la creación de riqueza en este país se produce a través de la empresa familiar».
En el acto de presentación de AED en Sevilla, que tuvo lugar el viernes 4 de octubre y que clausuró el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, salió a relucir la figura del directivo público. Al respecto, Alcaraz explica a los lectores de ABC que desde la Asociación se está promoviendo, en colaboración con la Junta de Andalucía, «dar un mayor reconocimiento, apoyo y colaboración al directivo público para que sea exactamente igual que el de la entidad privada». Según Alcaraz, «hay que intentar entre todos que el directivo público pase a lo privado y el privado a lo público. Hay que poner en valor la función del directivo público».
El compromiso social de los directivos
Uno de los ámbitos prioritarios para AED, que culminó con la publicación del Código Ético de los Directivos, es el de promover las buenas prácticas entre los líderes empresariales. En este sentido, Alcaraz explica la labor de la Asociación. Por un lado, «hacemos un esfuerzo para que la sociedad reconozca la importancia de la figura del directivo como un elemento para la generación de actividad y riqueza. Y, en clave interna, impulsamos iniciativas para que el propio directivo tenga esa responsabilidad consigo mismo y con su entorno respecto a los valores éticos y sociales».
Y añade: «No solo se trata de su comportamiento ético como persona y como directivo, sino también su compromiso social. Es algo que incorporamos en esta Junta Directiva porque queremos que las empresas asociadas a AED y todos los directivos miembros impulsen actividades de compromiso social con el entorno en el que están».
La promoción de la diversidad en las empresas y, por extensión, en la sociedad, es también uno de los ejes de trabajo prioritarios de AED, al que Alcaraz también hace referencia en la entrevista de ABC. «Tratamos de que el ejemplo sea la mejor manera de explicar las cosas. Lo hemos intentado hacer con la participación del mayor número posible de mujeres en la Junta Directiva. Pensamos que no hay que hablar de cupos, sino de fomentar con programas específicos todo tipo de diversidad, la primera, sin duda, la de género».