La Inteligencia Artificial generativa es una rama de la Inteligencia Artificial que tiene la capacidad de generar nuevos contenidos a través de un proceso de entrenamiento previo. Textos, audios, vídeos… un sinfín de contenidos al alcance de cualquier usuario con los que, además, se puede interactuar sin necesidad de conocimientos técnicos. Es esto último lo que está marcando y marcará el futuro de las empresas y empleos. Analizamos qué oportunidades y retos plantea la IA generativa a las empresas en la sesión online «El rol del directivo en la estrategia de IA generativa», con David Pereira, Head of Data & Intelligence EMEAL de NTT DATA, y Celestino García, director general de Divilo, que ejerció de moderador. Puedes recuperar la sesión haciendo clic en este enlace.
La IA generativa, compañera de viaje del directivo
Según explica Pereira, “el gran cambio es que por primera vez contamos con una IA plenamente democratizada”, una herramienta que se ha puesto a disposición del tejido directivo y que está planteando grandes retos. Para el experto, “el rol del directivo es fundamental para entender cómo esta tecnología puede ayudar a conseguir los objetivos de negocio. El directivo debe entenderla como un acompañante en la estrategia, tanto a nivel de la organización, como para cada departamento”. Sin embargo, el directivo debe saber cómo aplicarla, y para ello, según el experto, debe tener en cuenta tres ejes:
- Eje tecnológico: “el directivo debe reflexionar sobre cómo las herramientas candidatas se integran con el actual ecosistema de IT con el que cuenta la compañía. Debe valorar cómo puede encajar con los objetivos de negocio, valorar los riesgos, los costes… y decidir si vale la pena implementarlo o no, y cómo”.
- Eje regulatorio: “ahora mismo Europa está a punto de aprobar la primera regulación para la IA. El directivo debe ser consciente de cómo se ha entrenado la herramienta, tener en cuenta aspectos de protección de datos, de protección de la propiedad intelectual… y asegurar el cumplimiento regulatorio en todos los ámbitos”.
- Eje social: “el directivo debe poner el foco en el impacto social que permite aplicar esta tecnología. Debe pensar en cómo la IA puede ayudar a hacer las cosas mejor, sobre todo en temas de impacto social, medioambiental, sostenible…”.
Un proceso participativo
“Para desplegar la IA generativa dentro de la compañía es necesario formar un grupo de trabajo o un órgano de toma de decisiones que se encargue de llevar a cabo la selección de herramientas y sus áreas de aplicación”, asegura el experto. Este grupo de trabajo “va más allá de los perfiles de IT tradicionales”, es decir, “se debe ampliar el abanico de perfiles que participan en la toma de decisiones respecto a la IA. La compañía debe involucrar al área de legal, a las áreas de gestión de riesgos, etc. En definitiva, que en el órgano haya un componente tecnológico, regulador y de impacto”. Hacerlo de esta manera “ayudará también a evaluar el impacto», ya que “solo habrá impacto si subimos al carro a todas las personas de la organización”.
En este sentido, Pereira señala tres áreas dentro de la empresa que están liderando la transformación:
- Desarrollo de software.
- Transformación de procesos internos.
- Experiencia de cliente.
Cuatro grandes obstáculos
Para el experto de NTT DATA, los principales obstáculos de aplicación de la IA generativa son:
- Falta de esponsorización desde el alto nivel directivo: “para que permee y que todo el tejido empresarial entienda que debe tener un papel en el proceso de aplicación de la tecnología”.
- Escasez de talento: “faltan planes de formación a todos los niveles para que los empleados y los directivos tengan todo el entendimiento que necesitan para llevar a cabo su actividad dentro de la compañía”.
- No tener claros los objetivos y el impacto: “debemos huir de la tentación de crear una prueba de concepto sin tener claro cómo vamos a crear las capacidades tecnológicas y humanas que nos permitan generar impacto. La creación de capacidades, el acompañamiento cultural y la formación son fundamentales para que las iniciativas de IA tengan éxito”.
- Miedo al cambio: “en 3 años la IA va a ser algo muy habitual en nuestra vida, al nivel del correo electrónico, por eso debemos perderle el miedo y empezar a combinarla con el resto de las tecnologías que ya tenemos”.