El lenguaje del impacto y la sostenibilidad, una nueva forma de definir el éxito de las compañías
La inversión sostenible está en auge y las empresas dan cada vez más importancia a los criterios ESG en su gestión diaria. Sin embargo, retos como la estandarización de muchos de los criterios, la velocidad que la Unión Europea está marcando para la transición, la capacidad de implementación de ciertas acciones climáticas por parte de las compañías, o la forma de medir el impacto medioambiental, están afectando en gran medida a la gestión empresarial. En este contexto, Alberto Castilla, Socio Responsable de los servicios de Cambio Climático y Sostenibilidad en EY España y María Mendiluce, CEO de la We Mean Business Coalition, han participado en una nueva sesión de FORO Nueva economía, Nueva Empresa, un espacio en el que han establecido un diálogo acerca de los aspectos sin resolver de la estrategia ESG (Environmental, Social and Governance), así como las oportunidades que ofrece el hecho de aplicar estos criterios en las empresas.
Si algo tienen claro los expertos es que la transición que aún debe hacerse es enorme, pero que en unos años se van a ver claros resultados, ya que son muchos los agentes que actualmente están por ella. A pesar de que los pasos que se están dando a nivel europeo son cada vez más grandes y rápidos, “en España las compañías han demostrado que son capaces de adaptarse muy rápido a determinados requisitos regulatorios y muchas de las soluciones van a estar disponibles a una velocidad que no podemos anticipar”, ha explicado Alberto Castilla, destacando la inercia positiva que existe hacia la búsqueda de soluciones.
En un momento en el que las empresas cada vez están más sometidas al escrutinio según los criterios ESG, tener unas métricas consensuadas por todos los actores que demuestren la acción sostenible de las empresas, es fundamental. “Mas allá de las energías, más allá de las emisiones, lo que estamos cambiando es la definición de éxito como compañía a través del lenguaje de la sostenibilidad. Estamos en un momento en el que se están creando unas normas, un lenguaje basado en el impacto y la sostenibilidad, que será el que definirá el éxito de una empresa”, ha señalado Alberto Castilla, haciendo referencia a la incorporación de la variable de la sostenibilidad en la toma de decisiones y en la gestión de la actividad de las compañías. “De la misma forma que una compañía dice cuánto gana, va a tener que decir cuánto impacto genera. Y aquellas compañías que sean capaces de definir soluciones de acto impacto, serán las más rentables”, concluye, definiendo la inversión sostenible como oportunidad de negocio y de posicionamiento, no como un riesgo o un coste.
En este sentido, para que las empresas puedan llevar a cabo su plan de transición climática, es necesario que exista la “combinación de un liderazgo empresarial, con un liderazgo gubernamental en cuanto al desarrollo de políticas transformadoras”, asegura María Mendiluce, y añade que para que exista este liderazgo, “las empresas necesitan expertos con una formación especializada en sostenibilidad”, algo que, según la experta, escasea. “La sostenibilidad debería estar integrada en todas las carreras universitaria y en toda la formación profesional, debería enseñarse desde el colegio. La gente joven tiene una inquietud notable en este sentido, pero hay muchos profesionales que están trabajando actualmente en las empresas, que no tienen esta formación. Los líderes deben entender que es necesario formar a las personas que trabajan en su empresa para que entiendan la importancia de la sostenibilidad. Motivar a los equipos en este ámbito parece complejo, pero siguiendo unos criterios básicos, no lo es tanto”, concluye.