Refuerzo de la gobernanza y digitalización de los procesos, claves para un modelo de agua sostenible
Cuando años atrás se mencionaba a la Agenda 2030, parecía que aún podíamos llevar a cabo un sinfín de acciones que nos permitieran cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible. Sin embargo, ese lejano futuro cada vez está más cerca, y el compromiso de todos los actores de la sociedad es más crucial que nunca en estos decisivos años.
La protección del medio ambiente y la apuesta por la sostenibilidad ha pasado de ser obligación a necesidad. Y en este sentido, el agua, ese bien escaso que cubre el 75% de nuestro planeta, juega un papel protagonista. De la mano del presidente de Agbar, Ángel Simón, los socios de la AED en Sevilla han podido conocer las claves para que la gestión del agua sea lo más sostenible posible:
- Reforzar la gobernanza: Las épocas de sequía han dejado de ser una anécdota para convertirse en una tendencia en auge. El refuerzo en la gestión del agua, a partir de planes hidrológicos consensuados y una planificación a largo plazo, nos permitirá prever y afrontar con tiempo suficiente los periodos de sequía.
- Digitalización de los procesos: La tecnología también debe estar plenamente integrada en el sector del agua. La mejora en los procesos de digitalización del ciclo integral del agua (entendida como recogida y análisis de datos) impacta positivamente en la monitorización del consumo y, por ende, en la reducción de la huella de carbono.
Además, el presidente de Agbar también ha puesto de relieve uno de los principales retos del sector:
- Atender a la diversidad del territorio: Nuestro país cuenta con unas características dispares en función del territorio, con climatologías y orografías diversas. “No es comparable la realidad de la cuenca del Guadalquivir con la de la cuenca mediterránea”, ha destacado Simón. Por ello, urge una mirada crítica sobre la gestión de infraestructuras y conexiones en la política agrícola española para asegurar un caudal estable a todo el territorio: “En la gestión política del agua es importante aplicar un punto de vista práctico, razonable y de consenso“, ha afirmado.