Líderes implicados y gestión de las expectativas, determinantes en la alianza con start-ups
La revolución tecnológica que estamos viviendo en los últimos años no ha dejado indiferente a las organizaciones. Conscientes de la relevancia de ser partícipes de este proceso, las grandes compañías están encontrando en las start-ups el mejor aliado para llevar a cabo ecosistemas colaborativos de innovación y afrontar los retos del futuro.
Telefónica, Desigual, CaixaBank y Plug and Play son algunas de las empresas que están impulsando proyectos innovadores, y gracias a un nuevo encuentro presencial de la AED en Barcelona, los socios han podido conocer los beneficios de este tipo de colaboraciones. Moderado por Rita Almela, Co-founder & Partner 101 Ventures y presidenta de AED Cataluña, la sesión ha contado con la participación de Julián Vinué, Digital Innovation Manager en Telefónica; Javier Fernández Poyo, Technology Innovation Leader en Desigual; Luis Palomero, director en Zone2Boost de CaixaBank; y Ricardo Álvarez-Cienfuegos, Partner Success Manager de Plug and Play.
Los ponentes, con una dilatada experiencia en innovación gracias a los proyectos desarrollados en sus respectivas empresas, han compartido con los socios su visión y aprendizajes, aportando los siguientes consejos para aquellas organizaciones que ya estén colaborando con start-ups o que estén evaluando esta posibilidad:
- Motivación e implicación del equipo directivo: Para que la innovación y los cambios tecnológicos se implementen de una manera óptima en una compañía es esencial que su equipo directivo esté a favor del proyecto y se implique. Los líderes deben ser los primeros en mostrar su motivación con el objetivo de que el resto de los trabajadores también se interesen por las acciones que se llevarán a cabo.
- Proceso de identificación de start-ups: Aunque la compañía esté muy interesada en iniciarse en la colaboración con start-ups, es básico llevar a cabo un estricto proceso de identificación. No todas las empresas emergentes encajarán con la organización, por lo que se debe analizar las distintas opciones y evaluar cuáles cumplen los requisitos.
- Óptimo nivel de madurez de la start-up: En función del objetivo de la empresa, es esencial colaborar con aquellas start-ups que cuenten con un nivel de madurez adecuado. Solo de esta manera, se conseguirá que tanto la empresa emergente como la compañía puedan generar sinergias y trabajar juntas para alcanzar el mayor beneficio para ambas. Por ejemplo, una gran empresa con una dilatada experiencia en innovación es probable que busque una start-up con cierto recorrido, en lugar de una que se encuentre en su etapa inicial, de manera que se pueda sacar el máximo partido a la unión.
- Gestión de las expectativas: La alianza con start-ups no siempre es un camino fácil, especialmente en los primeros años en los que una gran empresa empieza a adentrarse en este tipo de colaboraciones. Por ello, es muy importante la gestión de las expectativas, ya que es posible que no todos los acuerdos resulten fructíferos. Sin embargo, cabe destacar que, con persistencia, el logro del éxito de una de estas alianzas puede ofrecer un retorno que compense las demás operaciones que no hayan surgido como se esperaba.
- Agilización de procesos: Actualmente, el plazo medio para lanzar un proyecto se sitúa entre uno y dos años, un periodo que puede resultar excesivamente largo. La agilización de los procesos es clave si se desea ir a la velocidad a la que avanza la tecnología.
- Cambio cultural: A la hora de impulsar proyectos innovadores, es esencial que las personas que forman parte de la organización los conozcan de primera mano. Así, se conseguirá una implicación desde los distintos departamentos y unidades de negocio, que facilitará la consecución del objetivo. Además, es también muy importante adaptarse a las distintas formas de trabajar de las personas ajenas a la empresa, ya que pueden aportar nuevas ideas y perspectivas que serán beneficiosas para la alianza.