Liderar una empresa en tiempos inciertos requiere algo más que visión estratégica: exige una gobernanza firme, transparente y adaptada a los nuevos retos. Así lo destacó Iñigo Sagardoy, presidente de Sagardoy Abogados, en los Diálogos Workplace de ISS España, donde analizó los elementos esenciales para una gestión empresarial eficaz.
Sagardoy subrayó que la buena gobernanza se basa en cinco pilares fundamentales. La transparencia es clave para mantener la confianza de accionistas e inversores, mientras que un consejo de administración bien estructurado garantiza una toma de decisiones eficiente. También destacó la importancia de separar las funciones de presidente y consejero delegado para lograr un mejor equilibrio en la gestión, así como un sistema de compliance robusto para contar con controles internos y externos que minimicen riesgos y aseguren el cumplimiento normativo. Además, insistió en la necesidad de que las empresas se mantengan actualizadas sobre las recomendaciones de buen gobierno corporativo, que evolucionan constantemente, especialmente en materia de sostenibilidad (ESG) y la creación de comités asesores.
Más allá de la estructura de gobierno, la sostenibilidad se ha convertido en un imperativo estratégico. Aunque existe presión por parte de inversores, accionistas y empleados, Sagardoy enfatizó que las empresas deben asumirla como un compromiso genuino y no solo como una respuesta a exigencias externas. Asegurar la sostenibilidad ambiental, social y de gobernanza debe ser una prioridad, con estrategias claras que equilibren rentabilidad y responsabilidad corporativa.
En este contexto, el bienestar corporativo juega un papel clave en la competitividad empresarial. Para Sagardoy, las compañías deben adoptar un enfoque integral que contemple la salud mental, la flexibilidad y la comunicación activa, no solo para mejorar el clima laboral, sino también para atraer y retener talento. Asimismo, destacó que la reputación empresarial se construye a largo plazo y que cumplir con los compromisos es esencial para mantener la credibilidad. “La reputación es el equilibrio entre percepciones y realidades. Si una empresa lanza grandes mensajes, pero no los cumple, su prestigio se desvanece como un azucarillo”, advirtió.
Por último, Sagardoy subrayó la importancia del liderazgo con propósito, diferenciando a las empresas que generan un impacto real de aquellas que simplemente siguen tendencias. Un liderazgo basado en valores fortalece la confianza de inversores y clientes y contribuye a consolidar una cultura empresarial alineada con la sostenibilidad y la excelencia. Sagardoy dejó claro que la gobernanza no es solo un conjunto de normas, sino el cimiento sobre el que se construyen la confianza, la reputación y el éxito sostenible de las empresas.