En un momento de profunda transformación del sistema energético europeo y español, caracterizado por tensiones en el suministro, la incertidumbre regulatoria y la presión inversora sobre las renovables, Mariano Marzo, consejero de Repsol y una de las voces más autorizadas en materia de energía en España, participó en una nueva sesión de AED Live para ofrecer su visión sobre los retos estratégicos que plantea el actual contexto energético.
Durante su intervención, Marzo advirtió sobre las crecientes debilidades del sistema eléctrico español, agravadas por acontecimientos recientes como el apagón del pasado 28 de abril. El experto destacó la necesidad urgente de dotar al sistema de una mayor resiliencia, apoyándose en tecnologías gestionables y bajas en emisiones como la hidroeléctrica, la nuclear y el gas con captura de CO₂. “Hay que evitar planteamientos ideológicos. Necesitamos neutralidad tecnológica y una infraestructura modernizada que garantice la seguridad de suministro”, afirmó.
El consejero de Repsol también subrayó la importancia de que las empresas comprendan y actualicen sus niveles de riesgo energético, además de que elaboren planes de contingencia eficaces y que exploren sinergias sectoriales para enfrentar un escenario que, según anticipó, se volverá más incierto con el tiempo.
Uno de los ejes centrales de su análisis fue la crítica al ‘populismo energético’, al que definió como “la tentación de prometer soluciones fáciles y rápidas a problemas extremadamente complejos”. En este contexto, el experto reivindicó una transición basada en hechos, con conocimiento técnico y científico, y una apuesta clara por la innovación: “Actualmente, solo contamos con el 50% de las soluciones necesarias en el mercado para lograr las cero emisiones netas en 2050”, subrayó Marzo.
Por otro lado, también cuestionó la falta de competitividad que está provocando en Europa una política climática “desequilibrada”, en la que el objetivo climático ha primado sobre la asequibilidad y la seguridad de suministro. “Con menos del 8% de las emisiones globales, Europa está asumiendo un coste económico y político desproporcionado”, alertó, al tiempo que denunció una externalización de la industria intensiva en emisiones hacia otras regiones con menor regulación ambiental.
Con respecto al caso español, Marzo defendió con firmeza el papel de la energía nuclear calificándola como “clave para un suministro estable y predecible” y reclamando que el debate sobre su viabilidad sea “técnico y no ideológico”.
Asimismo, puso el foco en la necesidad estratégica de garantizar el acceso a minerales críticos, imprescindibles para la fabricación de tecnologías renovables. “La transición energética será una transición extractiva”, aseveró el consejero de Repsol, y subrayó la creciente dependencia geopolítica en este ámbito.
Finalmente, Marzo abogó por un enfoque pragmático en la selección de tecnologías: “La priorización exclusiva del hidrógeno verde ignora alternativas maduras como los biocombustibles o el hidrógeno azul”. Y concluyó con un mensaje de oportunidad: “Queda mucho por hacer, pero también es un campo lleno de oportunidades para la transformación creativa de nuestras empresas”.
El encuentro dejó un mensaje claro a la alta dirección: comprender las dinámicas del sector energético es ya una necesidad estratégica ineludible para anticiparse y gestionar riesgos en un entorno de transformación profunda.