Sin lugar a dudas la 51ª edición del Foro de Davos será recordada como una de las más importantes y especiales de su historia. La pandemia mundial por la Covid-19 ha hecho que lo que normalmente fuera una semana de reuniones al más alto nivel en la población suiza de Davos, se convierta en una edición dividida en dos partes: la primera de manera online, celebrada la semana pasada, y la segunda presencial, prevista para el mes de mayo de 2021 en Singapur.
Bajo el lema de El Gran Reinicio (The Great Reset) y con el objetivo de construir la confianza, la primera semana del Foro de Davos ha reunido a numerosos líderes de empresas, gobiernos y de organizaciones empresariales con el objetivo de abordar las cuestiones más importantes de este año.
En este sentido, el informe de perspectivas de los economistas jefes consultados por el Foro Económico Mundial señala que la crisis provocada por la Covid-19 va a acelerar las desigualdades económicas, la posición de dominio de las grandes tecnológicas y el trabajo a distancia. Unas tendencias que seguramente darán paso a una nueva época en términos de fiscalidad, política monetaria y de competencia, así como a una mayor presencia del sector público en la economía. Además, se continuará con la desglobalización o con la creación de centros productivos alternativos para reducir la dependencia, especialmente de China.
Estos son algunos de los temas más importantes que se han tratado durante el Foro y que afectan, o afectarán, directamente a la función directiva en todo el mundo:
Medioambiente
Las ponencias del Foro de Davos han expuesto que el cambio climático es ya una realidad y tenemos que buscar soluciones entre todos para contribuir a mejorar la calidad medioambiental del planeta. En este sentido, aquellas empresas u organizaciones que mejor se sepan adaptar al concepto de cero emisiones en sus procesos o a las nuevas necesidades de la sociedad (uso de plásticos, huella de carbono, cero residuos, uso de energías limpias, flota de vehículos menos contaminantes,…), tendrán ganado su respaldo y el beneplácito de los consumidores, sea cual sea su ámbito de actuación.
Tecnología para el bien
Inmersos ya en la cuarta revolución industrial y acelerada por la pandemia de la Covid-19, aquellas empresas que no apuesten y hagan un uso correcto de la tecnología y de los datos no podrán sobrevivir. Así, según lo constatado por los ponentes del Foro de Davos, se espera que las tecnologías asociadas a la Cuarta Revolución Industrial e impulsadas por la inteligencia artificial (IA) cambien fundamentalmente el mundo. De hecho, una encuesta mundial reciente señala que el 63% de los CEOs dijeron que creen que la IA tendrá un impacto mayor que Internet. En este aspecto, los expertos del Foro de Davos hicieron hincapié en que, si bien la tecnología es siempre disruptiva, inherente y necesaria en cualquier proceso empresarial, es algo que conlleva cambios sociales (destruye unos empleos y crea otros nuevos) y su uso ético va a estar más en cuestión en los próximos años.
El futuro del trabajo
Es evidente que la pandemia por Covid-19 ha afectado al trabajo y a nuestra forma diaria de llevarlo a cabo. Así, el Foro Económico Mundial ha dado a conocer un informe sobre el futuro del empleo 2020 en donde se establece que el 43% de las empresas encuestadas están pensando reducir su fuerza de trabajo, y el 34% planea ampliar su fuerza de trabajo debido a la integración tecnológica. En este punto está claro que la Covid-19 ha acelerado el uso del teletrabajo, o del denominado trabajo en remoto, y potenciado todas las tecnologías y herramientas que lo fomentan. No obstante, ahora mismo hay dudas de cómo serán las oficinas del futuro, los nuevos contratos laborales, las nuevas habilidades que deberemos aprender para adaptarnos a un entorno laboral cambiante o si los centros productivos dejarán de ser globales para ser más ‘locales’, entre otras interrogantes.
Economías más justas
El crecimiento de la desigualdad y del aumento de la pobreza en el mundo es uno de los problemas más importantes a resolver en el momento actual. En este sentido, durante varias sesiones, los expertos que participaron en el Foro de Davos debatieron sobre cómo podemos reiniciar las economías para que el crecimiento beneficie a la mayoría y no solo a unos pocos, y para asegurarnos de que el extraordinario motor del desarrollo humano sea sostenible.
Empresas más sostenibles
Las empresas siempre han estado en la vanguardia del cambio tecnológico y social. El mundo actual no se entiende sin ellas y son necesarias para el crecimiento económico y el desarrollo de la humanidad. Pero en esta obsesión por el crecimiento a veces se nos olvida que las empresas están construidas por personas. De esta manera, los expertos del Foro Económico Mundial han resaltado que es el momento de que las empresas puedan cambiar sus horizontes temporales y la forma en que piensan en los beneficios a corto plazo, para que se transformen en organizaciones más sostenibles e inclusivas.
