Para Xavier Mir, apoyar a otros colegas que se encuentran con dificultades a la hora de afrontar su discontinuidad profesional se ha convertido en un reto vital. En estos últimos años, se ha entrevistado con mas de 200 directivos que se encontraban en esta situación para trasladarles su propia experiencia y los conocimientos sobre este proceso que ha ido acumulando en el tiempo.
Mir es miembro de la Comisión de la función directiva de AED y responsable del informe sobre la discontinuidad profesional de los directivos. En la siguiente entrevista, comparte algunas de la claves que cualquier profesional de la direccion debe tener en en mente a la hora de prevenir y gestionar un proceso de de discontinuidad profesional.
¿Cuáles son los primeros pasos que debe dar el directivo cuando pierde su empleo?
¡Buscar trabajo es un trabajo! Nunca estamos preparados ni formados para esta ocupación. Es una búsqueda que requiere método y mucha inteligencia emocional. Y para ello es imprescindible el autoconocimiento, el autocontrol, la empatía y una alta capacidad de comunicar. Además es necesario preparar un plan que pasa por tomarse un tiempo de reflexión antes de moverse, analizar bien la situación personal, familiar y patrimonial, hacer “audit” de capacidades y carencias, así como un plan para solventarlas; definir un objetivo (un “sueño”) que oriente la búsqueda; escribir un plan de contactos a realizar explorando en profundidad nuestra red desde que “nacimos” y hasta hoy, es decir, repasar toda la red que hemos creado; dejarse ayudar pese a las reticencias; así como gestionar las emociones (positivas y negativas, euforia y depresión) en un proceso que puede requerir tiempo y paciencia. Mi experiencia me dice que aquellas personas emocionalmente sólidas tienen menos dificultades para afrontar estos procesos.
– ¿Qué papel juegan las redes sociales –la llamada “marca personal”- en la proyección profesional de los directivos?
Tendemos a sobrevalorar el papel de las redes en las búsquedas. Es importante cuidar la “marca personal”, es bueno no cometer errores que afecten a la a “huella digital”, pero a partir de aquí hay que ser muy proactivo y tener y aplicar un plan como el citado anteriormente.
– ¿Deben preocuparse los directivos por la discontinuidad cuando tienen trabajo?
Es el mejor momento para hacerlo. Cuanto más hayamos cuidado “nuestro propio jardín” a diario, más atractivo será y menos riesgo tendremos de caer en la discontinuidad y si caemos -puede ocurrir y en el nuevo mundo digital y global ocurrirá con más frecuencia-, más posibilidades tendremos de encontrar un nuevo y atractivo camino. Cuidar el jardín implica atender cuatro dimensiones: salud, formación, patrimonio y red de “buenos” contactos, valorando, en este último caso, más la calidad que la cantidad.
– ¿Cómo puede aumentar el directivo su empleabilidad? Formación, red de contactos…
Dedicando una mínima parte de su tiempo profesional a cuidar aspectos importantes tales como la salud física, la salud mental, la formación y las relaciones (el networking). Estamos a menudo demasiado obsesionados con el binomio trabajo actual y familia/ocio, y creemos que no tenemos tiempo para “estas cosas”, que estamos traicionando trabajo y familia si vamos a conferencias, reuniones de antiguos alumnos, cursos de formación, etc.
– ¿En qué medida la profesión directiva se vio afectada por la crisis? ¿Ha mejorado esta situación en los últimos años?
Sin duda afectó muy negativamente y actualmente ha mejorado, pero en cualquier caso la discontinuidad tiene en muchas ocasiones causas no coyunturales: cambios de propiedad o dirección, M&A´s, discrepancias de criterio, obsolescencia, performance personal, salud, edad, etc…
– ¿Los procesos de discontinuidad son mayores, iguales o menores que en otros colectivos altamente cualificados?
Diría que son similares, pero tiene características muy específicas relacionadas con la propia función directiva.