Ramon Tremosa, escritor y profesor de Teoría Económica de la Universidad de Barcelona (UB) protagonizó un nuevo encuentro de los miembros de la Comisión de la Función Directiva de la AED.
Con el título Cataluña, país emergente que da nombre a su último libro, el economista habló de las potencialidades económicas que analistas internacionales atribuyen a nuestro país, como por ejemplo el éxito de los puertos desde Alicante a Palamós, como puerta de entrada de productos de gran valor añadido. Aquellos productos que desde Asia, África y América del Sur, tendrán como destinación el continente Europeo. ˜Cataluña, país emergente’, es un libro optimista sobre las oportunidades y posibilidades que tiene Cataluña en el S.XXI.
El mar mediterráneo será el centro de comercio marítimo mundial en el S.XXI. Si los próximos 20 años son como los últimos 20 en cuanto al crecimiento del comercio marítimo, la mediterránea será el mar más importante en volumen de comercio marítimo intercontinental.
Asia será la fábrica industrial mundial, no sólo por el sureste asiático, sino también por el Asia central. Y Europa será el principal mercado comprador. Por eso los catalanes tenemos la mejor playa no sólo turística, también industrial y logística. En el 2007 el tráfico de contenedores de Valencia y Barcelona se duplicó al respecto del de Marsella y Génova.
¿Cuál será la variable clave de la competitividad en los próximos 15 años? En los últimos 20 años el coste de la mano de obra ha sido una variable clave de competitividad. Ahora vamos hacia un escenario en el que los factores productivos a escala global se armonizan. Los salarios y los tipos de interés tenderán a converger a largo plazo.
¿Qué determinará que una fábrica se instale en Tánger, Turquía o Mataró? Una de las variables clave será el coste del metro cuadrado del polígono industrial y logístico. Coste que será inversamente proporcional a la cantidad de hectáreas que un país puede poner sobre la mesa.
En Cataluña sería necesario aflorar 500 hectáreas para proyectos logísticos pensados para aprovechar oportunidades en clave global. Por ejemplo: en Barcelona, a pocos kilómetros de la ciudad, ganando terreno al mar, en el aeropuerto del Prat. Pocas son las ciudades europeas que pueden ampliar su aeropuerto. Este sería el verdadero petróleo de la economía catalana en el S.XXI.
Por otra parte, existe una alta posibilidad de que el dólar continúe debitándose ante el euro, y que éste acabe siendo la moneda más fuerte del S.XXI. Eso dificultará exportar, pero facilitará comprar activos físicos y financieros fuera de la zona euro. Por otro lado, dependiendo de cómo se resuelva la crisis financiera en Gran Bretaña, quizá de aquí a diez años, entrarán ya en la zona Euro
Los Mapas del S.XXI no son mapas físicos y políticos, sino lumínicos, -continuo de luces perfectamente integrados- (ver PDF) que define las unidades naturales de crecimiento económico. El economista Richard Florida ha creado un ranking con las 40 Megaregiones, allí donde se creará el progreso y la innovación en el S.XXI. Las Megaregiones abastan diferentes estados, saltan diferentes fronteras. En la península ibérica, destaca en el onceavo lugar lo que Richard Florida denomina el corredor del Sur de Europa. Éste empieza por Alicante, Valencia, Tarragona, Barcelona, Gerona y se extiende hasta Marsella y Lion, hay un potencial industrial y turístico de primer nivel ésta megaregión y destacan en algunos sectores de la nueva economía.
Cataluña está como Flandes antes del plan Marshall, gracias a los puertos de expansión del país, implantación y modelo de éxito en crecimiento. Desde el punto de vista logístico, de comercio marítimo intercontinental estamos igual que Flandes hace 50 años. Si somos puente de entrada para Europa de comercio marítimo entre continentes salvaremos la industria en Cataluña
Ramon Tremosa Cataluña, país emergente