Si a algo da importancia una sociedad es a disponer de una Administración pública rápida, eficiente y, ahora más que nunca, digital. Hoy, los ciudadanos esperan que los diferentes procesos con la Administración sean similares a los que siguen a la hora de realizar cualquier otra gestión digital.
A pesar de lo que piensa una buena parte de la opinión pública, la Administración española está bien dotada y cuenta con un nivel tecnológico superior al de otras economías de la Unión Europea. Según el Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) de 2021, elaborado por la Comisión Europea, España ocupa el séptimo puesto en materia de servicios públicos digitales en la eurozona. Los indicadores muestran un nivel alto de interacción online entre autoridades, ciudadanos y empresas pero, aun así, queda un gran trecho por avanzar.
El momento actual cumple con todos los requisitos para que la Administración pueda dar un salto único hacia lo digital y, por lo tanto, hacia la máxima eficiencia. Así lo ha señalado David Luquin, director general para el avance digital del Gobierno de La Rioja, en el espacio de AED Foro Directivos, en Radio Intereconomía.
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- Un cambio de paradigma: normalmente, son los ciudadanos los que se acercan a la Administración en busca de algún tipo de solución o ayuda. “Debemos darle la vuelta a este proceso”, asegura Luquin, que explica que “la Administración sabe muchas cosas sobre la vida de las personas y podría agilizar los procesos acercándose al ciudadano y ofreciéndole lo que sabe que en ese momento le va bien”. En definitiva, se trata de un cambio de dirección en la relación con el ciudadano, “que sea la Administración la que se acerque, en vez de al revés. Por ejemplo, si sabe que a alguien le corresponde alguna ayuda, que se acerque a la persona para ofrecérsela, antes de que la persona tenga que ir a pedirla”. Un cambio que serviría para que el ciudadano contase con más tiempo para hacer su vida y que, según el experto, “sólo se puede llevar a cabo a través de la digitalización y la tecnología”.
- Digitalización, sinónimo de eficiencia: la transformación digital en la Administración es, para Luquin, “una obligación, algo que serviría de palanca para la competitividad y el posicionamiento como país, una forma de hacernos más atractivos y agradables a las inversiones y la actividad de empresas y start-ups”. Por eso, “es necesario desarrollar herramientas que nos permitan llevar a cabo este proceso de digitalización, porque aún queda mucho camino por recorrer”, sostiene. En este sentido, hoy en día existen recursos como los Fondos Next Generation, además de numerosos proyectos de transformación digital que, aplicándose al ámbito público, ayudarían a dar el paso hacia un nuevo modelo de Administración.